Cada vez que salimos a comer o beber, el objetivo es el mismo: pasar un rato divertido disfrutando algo sabroso. Sin embargo, a veces queremos más, que nos sorprendan. Eso sólo se logra con gente que tiene oficio, pero también talento y pasión. ¿Cómo llegan a este mundo los platillos o bebidas sorprendentes? Todos hemos leído reportajes o visto documentales sobre los chefs y la forma en que crean. Pero casi nunca tenemos la oportunidad de escuchar de los otros arquitectos del sabor: los Bartenders.
Desde que me obsesioné con la gastronomía, también me enamoré de la coctelería, porque el trago tiene una cierta cualidad etérea y misteriosa que no está necesariamente presente en un platillo. Mezclar una variedad de líquidos (que no tienen ninguna relación el uno con el otro) para crear un nuevo y definido sabor, es un talento que me asombra. Un buen bartender necesita un paladar y una nariz afinados como un chef, tiene que ser preciso como un químico. Para entender cómo es que esta gente funciona, fui al mejor lugar posible para observar bartenders: una competencia mundial de coctelería.
Estoy en Berlín, durante la semifinales del concurso Bacardi Legacy, en un auditorio con 38 de los mejores bartenders del planeta. Estoy rodeado de ingenio y tatuajes. Muchos tatuajes. Lo que distingue a esta competencia, es que les piden no solamente crear un cóctel delicioso, sino uno que contenga la simplicidad y el nivel de asombro necesarios para convertirse en un clásico a nivel global. También tiene que construir una historia alrededor del trago y promoverlo por meses. Para ellos ha sido un largo camino para llegar aquí, y este es su momento de la verdad.
Los observo tras bambalinas ensayando, sudando, hablando solos. Cuando entran en escena, con música y luces a todo lo que da, es su personalidad, estilo, y conocimiento lo que necesitan para destacar. No se necesita ser nerd de coctelería para disfrutar un show con 38 personas muy creativas que afrontan el mismo reto, cada quien a su manera. Ese compromiso es más que inspirador. Y pienso ¿qué está sucediendo en sus cabezas? Me enfoque en cinco personas que capturaron mi atención. En un esfuerzo para obtener un vistazo a la mente de un bartender, encontré guías de inspiración que van más allá de los tragos, que tu y yo podemos aplicar a nuestros retos creativos cotidianos:
Kaitlin Wilkes
Corner Club
Estocolmo, Suecia
“Deja que tu entorno (y tus reglas) te inspiren”
Si ves el Instagram de Kaitlin, te das cuenta que ella es una persona divertida y social. Pero en competencia, se presenta como una académica del cóctel: disciplinada, educada, y seria. Habla y prepara su trago con porte y convicción. Le crees todo lo que dice. Sería genial entender cuál es su proceso creativo.
“Siempre intento encontrar inspiración con lo que me rodea. Y eso puede venir de alguna situación, o una historia que alguien me ha contado, o un platillo que he disfrutado,” dice. “Tienes que vivir la vida y algunas situaciones simplemente te atrapan.” Ya que ella encuentra una idea, y está lista para convertirla en un trago, ella consulta su caja de herramientas. “Tengo que decidir que destilado voy a usar, que tanto de la barra, y cuanta técnica”. Pero también es útil imponer tus propias reglas y respetarlas, como el usar cinco ingredientes o menos. “Realmente insisto de que hay que poder degustar todo lo que lees (en un menú). Nada me fastidia más que ir a un bar y encontrar un cóctel con 18 ingredientes cuando en realidad sólo puedes distinguir cuatro.”
Hideyuki Saito
The Bronx Liquid Parlour
Bangkok, Tailandia
“Sé audaz, pero cauteloso también”
Aceite de oliva, huevo, jarabe de tomate… Suena más como aderezo de ensalada que un cocktail, pero esos eran algunos de los ingredientes en el trago de Saito. ¿Qué se cree? ¿Qué se toma? “A veces disfruto un trago sencillo como un Manhattan o un Negroni,” responde un muy serio Saito. “Pero eso lo encuentras en todas partes. Para los cócteles que nos distinguen, me gusta utilizar algo inusual.” ¡Y vaya que lo es! Probé su trago y “deli” no es la palabra que me vino la mente. “Increíble”, “fascinante”, y “asombroso” si lo fueron. El nivel de equilibrio fue impactante. ¿Cómo es que a alguien se le ocurre algo tan loco? “Me gusta que mis clientes se sorprendan,” él dice. Él cree en tomar riesgos, comenzar con una visión del sabor de un ingrediente central, y construir a su alrededor.
Pero me advierte que aún cuando sueltas libre la imaginación, no debes olvidar los límites. Porque al final del día, el trago tiene que venderse. “Es un tema de operación. Tiene que replicarse con facilidad. No puede ser demasiado complicado o demasiado exótico,” explica. “Debes equilibrar el lado operativo con el lado creativo”.
Loreta Toska
Theory Bar and more
Athens, Greece
“Piensa como un diseñador”
Disfruté muchas risas y también conversaciones profundas con la competidora de Grecia, Loreta Toska. Percibí que tiene una habilidad para evaluar el momento y el tono que le corresponde, la cual es una sensibilidad que aplica a su inspiración de barra. “Lo más inspirador en este mundo es un problema. Si no tienes un problema, simplemente te aburres,” dice ella.
Éste es un pensamiento que ya he escuchado antes de boca de diseñadores. Ellos están pensando en la forma, pero también en la función de su creación. Loreta piensa no solamente del sabor y el aspecto de su trago, pero exactamente como y cuando la gente lo beberá. “Quería hacer una bebida que fuera el primer drink de la noche. Para olvidar lo que sucedió el día de hoy,” dice ella de su cóctel de competencia, un brebaje blanco y espumoso hecho con ron y helado de vainilla que es imposible beber sin una sonrisa en tus labios. Ella decide por adelantado cuál es el sentimiento que ella quiere provocar en cada copa. “Si yo hubiera querido algo más oscuro y amargo, sería para más entrada la noche. Para fumarse un puro. Cuando queremos hacer algo inspirado por un concepto, eso es diseñar. Simplemente hacer un trago es más como cocinar”
Darnell Holguin
Fifty Restaurant
New York City, USA
“Presta atención a tus errores”
Darnell entró a escena con porte y seguridad. Su bebida de maracuyá de inspiración dominicana fue sin duda un gran hit, pero lograr un cocktail exitoso como éste requiere de mucha prueba y error.
A veces concebimos ideas que parecen ser brillantes, pero ¿que tan seguido son chingonas a la primera? “Hay situaciones en las que deseo crear un cocktail fuera de lo convencional. En una ocasión, intenté crear un Piña Colada partiendo desde un Negroni,” dice el con un poco de risa. Se da cuenta de la confusión sobre mi cara mientras trato de resolver lo que dijo. “Fue espantoso,” explica (lo cual tiene sentido). Dice que sintió que su idea fue un fracaso, pero en vez de abandonarlo por completo, decidió construir sobre las mejores partes. “Había creado un Campari infusionado con coco, así que trabaje con eso.” Poco a poco lo llevó a la creación de uno de sus cocktails insignia, llamado “French Colony”. Darnell me enseñó que mientras tu idea original quizás no fue tan buena como pensaste al inicio, tus errores iluminarán el camino hacia otro resultado quizás aún mejor.
Jorge Landeros
Fifty Mils
Ciudad de México
“Vincúlate con tu creación”
La presentación del concursante mexicano Jorge Landeros realmente conmovió al público. Cuando platicamos, me di cuenta que la pasión que derramó no fue creada para el escenario, fue creada para su trago. “Tu creación tiene que llevar una parte de ti, una parte emocional,” dice. Su trago “unión” usa ingredientes de varios países como metáfora para congregar a la gente sin fronteras. “Me inspiré en mi familia, ya que muchos de mis primos dejaron del país en búsqueda del sueño americano. Me conecté con el dolor de la carencia y la ausencia; el elemento familiar era esencial para mí”.
Lo que se me queda de Jorge, es que el trabajo más exitoso involucra una relación entre autor y creación. “Comienza cuando estás investigando. Ir al mercado, elegir ingredientes. De dónde viene ese limón, por ejemplo, ya está construyendo sobre la historia que cuenta el cóctel”. Enamorarte de tu proyecto hace mucho sentido. A fin de cuentas, cuando un trago es exitoso, el bartender tendrá que hacerlo una y otra vez, justo como a un músico se le espera que cante su gran éxito en todas las presentaciones. “Siempre que hago uno de esos tragos me conecta con donde yo estaba en mi vida en ese momento que lo desarrollé. Cuando la gente disfruta el trago, lo adoptan en sus vidas. A veces me dicen que los hacen en sus casas, lo cual significa que tu cóctel puede tener su vida propia más allá de ti. Así es como la gente te recuerda. Cuando los ayudas a construir sus recuerdos, te estás construyendo un legado para ti mismo.”
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